La ansiedad: problemas del día a día
Navegando por los altibajos de la ansiedad en el día a día. A veces, las preocupaciones pueden convertirse en sombras que oscurecen nuestros momentos. Recordatorio de que no estás solo/a en esto y que buscar apoyo es un paso valiente hacia la luz.
SALUD Y BIENESTAR
Dentro de los síntomas de la ansiedad están:
Los dolores en el pecho y que muchas veces puede provocar dificultad para respirar, asimismo se puede presentar espasmos o la sensación de que se quedan sin movimiento las extremidades del cuerpo.
Sudoración fría, nudos en el estómago, mareos y en algunos casos la falta de apetito o conciliación del sueño.
Falta de concentración en las actividades.
Pensamientos de miedo, anticipación y fracaso.
A continuación, se presenta algunas consecuencias de la ansiedad:
Existe la probabilidad que haya autolesiones o ideas suicidas ya que tiendes a percibir que nada cambiará.
Hay mayor agotamiento físico y mental, por tanto, parece que todo el tiempo estamos cansados.
Es probable que adquieras enfermedades físicas: problemas cardiovasculares, reacciones cutáneas, alergias, trastornos gastrointestinales.
Entre algunas consecuencias psicológicas se pueden presentar las siguientes:
Evitación de actividades placenteras: . Esta conducta puede ser un síntoma de diversas condiciones psicológicas, como la depresión. Las personas que experimentan esta evitación a menudo encuentran dificultades para disfrutar de actividades que antes les resultaban gratificantes, lo que puede afectar su calidad de vida y su estado emocional.
Aislamiento social: Puede manifestarse como evitar reuniones sociales, comunicarse menos con otros o incluso apartarse emocionalmente de las relaciones cercanas. El aislamiento social puede ser un signo de problemas emocionales, como la depresión o la ansiedad.
Tristeza constante: A diferencia de las fluctuaciones emocionales normales, esta tristeza suele ser más intensa, duradera y puede afectar significativamente la capacidad de una persona para funcionar en su vida diaria.
Se pierde la motivación por realizar actividades necesarias para el desarrollo personal, social y laboral. Existe posibilidad de sufrir alteraciones en los estados de ánimo.
Si estás enfrentando momentos de evitación de actividades placenteras, aislamiento social o tristeza constante, es fundamental recordar que no estás solo(a) en esto. La salud mental es una parte esencial de nuestro bienestar general, y buscar ayuda profesional no solo es valiente, sino también un paso importante hacia la recuperación. Un psicólogo o terapeuta especializado puede proporcionarte el apoyo necesario para entender y superar estos desafíos. No hay necesidad de enfrentar estas dificultades en solitario. Recuerda que buscar ayuda no solo es un signo de fortaleza, sino también una inversión en tu propio bienestar emocional. No dudes en dar el paso y alcanzar el apoyo que mereces.
La ansiedad es una respuesta emocional normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno, ésta se considera anormal cuando es desproporcionada y demasiado prolongada, y el trastorno puede empeorar si no es tratado con un especialista.
La ansiedad como respuesta tiene dos componentes; el primero es el fisiológico y se refiere a la actividad del sistema nervioso que prepara al individuo para responder ante una situación amenazante con una conducta “lucha o huida” dicha respuesta incluye el incremento en la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardiaca y la irrigación a los músculos que permiten a la persona reaccionar rápidamente en caso de ser necesario.
El segundo componente es el cognoscitivo, y se refiere a la atención selectiva y enfocada a discernir amenazas y formas de protegerse a uno mismo, especialmente mediante el escape. Es más riesgosa para las personas con dificultad para afrontar situaciones de estrés, en particular las dificultades en las relaciones interpersonales, las enfermedades físicas y los problemas laborales.